La libido, o deseo sexual, es una parte natural de la vida, pero es cierto que, a medida que los hombres envejecen, suelen notar una disminución gradual en su intensidad. Sin embargo, esto no significa que el deseo desaparezca por completo ni que las relaciones se vuelvan menos satisfactorias. La mayoría de los hombres siguen sintiendo al menos algo de interés en el sexo hasta los 60 o 70 años, aunque la manera en que lo experimentan puede cambiar.
¿Qué factores influyen en la disminución de la libido?
Es importante entender que la reducción en el deseo sexual no se debe únicamente al paso del tiempo. Hay varios factores que pueden acelerar este proceso:
Bajos niveles de testosterona: Esta es la principal hormona relacionada con el deseo sexual masculino. En la adolescencia y los primeros años de la adultez, los niveles de testosterona son elevados, pero después de los 30 años, comienza a descender lentamente (aproximadamente un 1% cada año). A partir de los 40 o 50 años, algunos hombres notan que su libido disminuye más notablemente.
Estrés y fatiga: La presión del trabajo, las preocupaciones familiares o problemas emocionales pueden tener un impacto significativo en tu deseo sexual. Además, el estrés constante puede afectar no solo tu bienestar mental, sino también tus niveles de testosterona.
Problemas de salud: Enfermedades crónicas, como la diabetes, la hipertensión o la apnea del sueño, pueden influir en tu libido. La apnea del sueño, por ejemplo, puede reducir los niveles de testosterona y, por lo tanto, afectar el deseo sexual.
Estilo de vida poco saludable: El consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo o la falta de ejercicio son factores que pueden contribuir a una disminución en la libido. Sin embargo, estos hábitos son modificables, y con algunos cambios en el estilo de vida, puedes mejorar tu bienestar general y, con ello, tu deseo sexual.
¿Qué hacer si notas una disminución del deseo sexual?
Si sientes que tu libido ha disminuido de manera significativa o repentina, no lo dejes pasar. Es fundamental hablar con tu médico para investigar las posibles causas. Tu doctor revisará tu historial médico, realizará un examen físico y probablemente te pedirá algunos análisis de laboratorio para entender mejor lo que está sucediendo.
En función de los resultados, existen diversas opciones para tratar la pérdida de deseo sexual. Algunas de ellas son:
Tratamiento hormonal: Si la causa es una baja de testosterona, tu médico podría recomendar terapias de reemplazo de testosterona, las cuales pueden ayudar a restaurar los niveles hormonales y mejorar la libido.
Tratamientos para afecciones subyacentes: Si la pérdida de libido está vinculada a problemas como la apnea del sueño, tratar la afección en cuestión puede normalizar los niveles hormonales y mejorar el deseo sexual.
Atención psicológica: En casos donde el estrés o la depresión son factores predominantes, hablar con un terapeuta o tomar medicación para tratar estos problemas emocionales puede ayudar a recuperar tu deseo.
La importancia de la conexión emocional
Aunque la testosterona es clave para la libido, hay algo igualmente importante: la conexión emocional con tu pareja. A medida que envejecemos, el deseo sexual se ve cada vez más influenciado por factores emocionales, y muchos hombres descubren que pueden disfrutar de una vida sexual satisfactoria al enfocarse en la comunicación, la confianza y la intimidad emocional. La creatividad en la relación y probar nuevas experiencias también son claves para mantener el deseo vivo.
Es normal que la libido masculina cambie con el tiempo, pero eso no significa que el placer y la conexión con tu pareja deban desaparecer. Con un enfoque en el cuidado personal, el mantenimiento de una buena salud, y un enfoque más emocional y comunicativo, puedes seguir disfrutando de una vida sexual plena, sin importar la edad.
Si te preocupa la disminución del deseo sexual, recuerda que hay muchas soluciones disponibles. Hablar con tu médico y hacer algunos ajustes en tu estilo de vida puede marcar una gran diferencia.