Adicción al sexo: Cómo identificar los síntomas y buscar ayuda

La adicción al sexo es un tema complejo y, aunque disfrutar de una vida sexual activa es saludable, para algunas personas se convierte en una compulsión que impacta negativamente en su vida

Woman and man hugging in bed

¿Adicción al sexo o simplemente deseointenso? Descubre las señales y cómo reconocer esta compulsión

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La adicción al sexo es un trastorno que implica una compulsión persistente hacia el sexo, donde los impulsos se vuelven difíciles de controlar, llegando a interferir en la vida diaria. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta adicción afecta aproximadamente al 5% de la población mundial. La adicción al sexo, conocida también como comportamiento sexual compulsivo, fue incluida en la Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS en 2018, debido a sus efectos mentales y emocionales. La diferencia entre un deseo sexual sano y una adicción radica en que, en esta última, el sexo deja de ser una fuente de placer y se convierte en una necesidad para mitigar malestares emocionales como la ansiedad o la tristeza.

Síntomas de la adicción al sexo

Uno de los principales síntomas es la incapacidad de controlar los impulsos sexuales, lo que lleva a mantener conductas repetitivas sin satisfacción real. Las personas afectadas suelen intentar, sin éxito, reducir o eliminar estas conductas, aunque estas les generen conflictos emocionales, laborales o de pareja. De acuerdo con expertos, quienes sufren de adicción al sexo también experimentan un deterioro en otras áreas de su vida, ya que sus pensamientos obsesivos giran en torno al sexo, descuidando su salud, higiene personal o relaciones interpersonales.

Las personas en el entorno de alguien con adicción al sexo pueden notar que la vida de esa persona parece estar dominada por la necesidad constante de gratificación sexual. Esto es más complicado de detectar en comparación con otras adicciones, como la drogadicción o el alcoholismo, ya que la persona suele esconder su conducta debido a la vergüenza o culpa.

Factores que predisponen a la adicción al sexo

Al igual que otras adicciones, la adicción al sexo no tiene una causa única, pero ciertos factores pueden aumentar la vulnerabilidad a desarrollarla. Según estudios, las personas con tendencia a la impulsividad, la búsqueda de riesgo, y el narcisismo son más propensas a sufrir este trastorno. Existen dos categorías principales de factores predisponentes:

  1. Biológicos: Estudios indican que hay diferencias en la actividad cerebral de personas con adicción al sexo, en comparación con quienes no la padecen. Áreas como el córtex del cíngulo anterior y la amígdala muestran una mayor actividad, mientras que el lóbulo frontal tiene una hipoactividad, lo que afecta el autocontrol. Además, la dopamina y la serotonina, neurotransmisores asociados al placer y la regulación del estado de ánimo, también juegan un papel clave.
  2. Ambientales: Las experiencias de abuso o traumas durante la infancia también pueden predisponer a una persona a desarrollar hipersexualidad. Las personas que crecieron en entornos familiares disfuncionales o que vivieron rupturas de pareja tienen una mayor propensión a desarrollar este tipo de compulsión.
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¿Adicción o simplemente deseo sexual alto?

Distinguir entre un alto deseo sexual y una adicción al sexo no es sencillo, ya que ambos pueden incluir conductas frecuentes como el sexo casual o la masturbación. Sin embargo, la diferencia radica en el control. Mientras que una persona con un deseo alto puede manejar sus impulsos, una persona con adicción sexual siente que pierde el control y actúa de forma compulsiva para reducir la ansiedad en lugar de buscar placer.

Signos de advertencia para detectar la adicción al sexo

Entre los signos más comunes que alertan a los expertos sobre un posible caso de adicción al sexo se encuentran la cantidad de tiempo que una persona dedica a planear o involucrarse en conductas sexuales. También se observa si dichas conductas se presentan como respuesta a emociones disfóricas como la depresión, la ansiedad o el aburrimiento. Además, aquellos que intentan, pero no logran controlar o reducir su comportamiento sexual, también podrían estar lidiando con una adicción.

Otro indicio clave es cuando la persona ignora los riesgos emocionales, físicos o sociales asociados con su conducta, afectando así su bienestar. Las conductas sexuales compulsivas generan en estos casos un nivel significativo de malestar clínico o un deterioro en otras áreas de la vida, lo que puede llevarlos a una pérdida total de control sobre su propio comportamiento.

Tratamientos disponibles para la adicción al sexo

Superar la adicción al sexo requiere un tratamiento especializado, que busca restaurar el equilibrio en la vida de la persona. Este tratamiento suele incluir múltiples fases, desde la desintoxicación hasta el cambio de estilo de vida y la prevención de recaídas. Aunque la investigación sobre la efectividad de los tratamientos es limitada, algunos enfoques han mostrado resultados prometedores:

  1. Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Esta terapia es ampliamente utilizada y se enfoca en cambiar patrones de pensamiento que alimentan las conductas adictivas. La TCC combinada con la Entrevista Motivacional ayuda a los pacientes a identificar y superar los desencadenantes de su comportamiento.
  2. Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT): ACT es un enfoque que ayuda a las personas a aceptar sus emociones y a comprometerse a tomar acciones en línea con sus valores personales, en lugar de dejarse llevar por impulsos incontrolables.
  3. Terapia de pareja: Las relaciones afectadas por la adicción pueden beneficiarse de la terapia de pareja, la cual ayuda a reconstruir la confianza y mejorar la comunicación, abordando el impacto de la adicción en la relación.
  4. Tratamiento farmacológico: En casos graves, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) pueden ayudar a reducir los impulsos. En situaciones más complejas, algunos médicos optan por tratamientos hormonales con antiandrógenos, aunque estos son menos comunes.

La importancia de buscar ayuda profesional

Para muchas personas, el primer paso es reconocer la existencia de un problema y buscar ayuda profesional. La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden mejorar significativamente la vida de quienes padecen adicción al sexo, ayudándoles a construir una vida equilibrada y plena. El proceso de recuperación puede ser desafiante, pero el apoyo de terapeutas, grupos de apoyo y, en algunos casos, medicamentos, es fundamental para que las personas puedan controlar su conducta.

A medida que la sociedad sigue desmitificando el tema de la salud mental y las adicciones, la adicción al sexo también necesita ser reconocida como un problema de salud pública que requiere atención y tratamiento. Por ello, es crucial que se siga promoviendo la educación y concienciación sobre este trastorno. La adicción al sexo no es solo una cuestión de deseo intenso, sino un trastorno que afecta el bienestar de las personas, y quienes la padecen merecen acceso a los recursos necesarios para su recuperación.

En última instancia, comprender esta condición y ser empático hacia quienes la enfrentan puede hacer una diferencia importante, tanto para los individuos como para la sociedad en su conjunto.

Editor Digital de Esquire México.
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