Cuando hablamos de prácticas sexuales atrevidas, emocionantes, y un tanto cínicas, sin duda, el dogging se encuentra a la cabeza. Esta tendencia es sobre todo practicada por aquellas parejas a las que les gusta ser observadas por desconocidos en lugares públicos, lo cual eleva la temperatura y la adrenalina. Pero hay más en este extraño mundo del dogging. Si quieres saber más, presta mucha atención.
Ya decíamos que el dogging consiste en tener sexo en lugares públicos mientras otros son testigos, en mayor o menor medida del acto. Los doggers pueden ser desconocidos o pareja. Existen foros en internet donde desconocidos pueden quedar de verse en algún lugar para tener su encuentro.
El coche como habitación de motel
Los adeptos al dogging suelen elegir el interior de un carro para llevar a cabo su encuentro sexual, pues se trata de un lugar que ofrece cierta intimidad, pero a la vez, la posibilidad de ser vistos por otros, que es el fin inmediato de este acto.
Y como en toda práctica sexual, hay reglas establecidas en el mundo del dogging para indicar a los que observan cómo pueden implicarse de manera activa en el juego.
Las luces intermitentes externas del coche se encienden para indicar a otros que en ese coche hay acción. Cuando se enciende la luz interna es una invitación a los de afuera para que vean lo que ocurre en el interior. Los doggers quien despertar la curiosidad y el morbo de los desconocidos, quienes gozan de ver a otros tener sexo.
¿Y si las puertas están abiertas?
Cuando el coche tiene las ventanas y puertas entreabiertas es una clara invitación a que los de afuera se acerquen y toquen un poco. Pero en el caso de que una de las puertas esté completamente abierta, los doggers dicen de manera explícita: “estás invitado a participar en un trío o una orgía”.
El voyeur decidirá si deja de espiar y pasa a la acción, o si se queda afuera únicamente viendo.
Aunque para muchos el dogging puede resultar una práctica arriesgada, otros lo encuentran como una gran forma de salir de la rutina. Incluso existen parejas que fingen no conocerse y tienen sexo mientras otros los espían. Es una manera de cumplir sus fantasías, llevar a cabo un trío, realizar intercambio de parejas, o simplemente ser mirados por otros mientras se entregan a placer del sexo. Todo es válido cuando hay un consenso de ambas partes.
Hay algo que debes tomar en cuenta cuando te decidas a practicar el dogging: recuerda que el sexo en público no es legal en algunas partes del mundo, por lo que tienes que tener cuidado con ello.
El dogging es una práctica diferente que sirve para elevar la adrenalina y despertar el morbo. Si quieres intentar algo nuevo, arriesgado y excitante en tu intimidad, ya tienes una nueva opción para descubrir con tu pareja o un desconocido; eso sí, recuerda algunas de las reglas básicas de seguridad: protégete, protege a la otra persona y actúa con responsabilidad. Lo demás, solo consiste en explorar tus límites.
