Cumplir con los deberes profesionales y sociales de lunes a viernes y relajarse con algunas copas el fin de semana parece una rutina equilibrada. Pero, ¿realmente es así? Un reciente estudio publicado en el American Journal of Preventative Medicine sugiere que quizás estamos pasando por alto algunas señales importantes sobre el consumo de alcohol.
Los riesgos de beber en cada fin de semana
El estudio titulado “Midlife Development in the United States” (Desarrollo de la Mediana Edad en Estados Unidos) es el resultado de nueve años de investigación sobre los impactos de diversos factores psicológicos y sociales en la salud, incluyendo los hábitos de consumo de alcohol. Los resultados son alarmantes y merecen atención.
El problema con el consumo de alcohol los fines de semana no es solo la cantidad, sino también el período de tiempo en que se ingiere. Mientras que beber una copa diaria puede ser inofensivo e incluso tener beneficios psicológicos y digestivos, consumir la misma cantidad en una sola noche puede causar problemas significativos a largo plazo.
Para entender mejor los riesgos, es crucial definir qué se considera “una copa” o “una porción” de alcohol. Los estándares reconocidos son: 354 ml de cerveza, 118 ml de vino y 44 ml de licores destilados. El estudio encontró que las personas que consumen más de siete porciones en una sola noche tienen cinco veces más probabilidades de dañarse a sí mismas y de sufrir problemas emocionales o psicológicos.
Además, con el tiempo, estas personas desarrollan una tolerancia al alcohol, lo que les lleva a necesitar mayores cantidades para lograr los mismos efectos. Este patrón de consumo también aumenta el riesgo de trasladar el hábito a otros momentos, como durante el trabajo o la escuela.
El atracón de bebida y sus consecuencias
El comportamiento de “atracón” de alcohol es más común entre adolescentes y jóvenes, pero el estudio reveló que también es significativo entre personas mayores de 30 años y que está en aumento entre mujeres y adultos mayores de 65 años. Esto es preocupante porque el alcohol tiene efectos más graves a dosis más bajas en las mujeres, aumentando el riesgo de problemas de salud como daños cerebrales y enfermedades cardíacas. Según datos citados por CNN, las mujeres que consumen una copa al día tienen entre un 5 y un 9 % más de riesgo de padecer cáncer de mama en comparación con aquellas que no beben.
Para los adultos mayores, el riesgo es mayor debido a las caídas, que pueden tener consecuencias graves a esa edad, y a la interacción negativa del alcohol con medicamentos que muchas personas mayores deben tomar por enfermedades crónicas.
El riesgo de la adicción
Adoptar un estilo de vida que incluye parrandas de fin de semana puede llevar a no notar cuándo se ha desarrollado una adicción. Según el estudio, consumir cinco bebidas en una sola ocasión está relacionado con problemas de alcoholismo nueve años después de haber adquirido este hábito.
Es crucial reconocer las señales de advertencia. Cuando el consumo de alcohol empieza a tener consecuencias negativas físicas o sociales y aun así se sigue buscando beber, es hora de admitir que hay un problema y tomar medidas al respecto.
Beber alcohol cada fin de semana puede parecer una forma inofensiva de relajarse, pero los estudios muestran que este hábito puede tener consecuencias graves para la salud física y mental. Es importante ser conscientes de los riesgos y evaluar nuestras rutinas de consumo para asegurarnos de que no estamos perjudicando nuestra salud a largo plazo.