El miedo a bañarse es una de las muchas fobias que puede experimentar el ser humano. Causa un significativo estado de ansiedad.
Bañarse es más que recomendable; es un punto hasta necesario para mantener nuestra salud. Por medio de una buena ducha eliminamos microbios y todo tipo de impurezas, lo que también previene infecciones y enfermedades. Incluso este hábito viene acompañado de beneficios importantes, adicionales a los ya señalados. Podemos, por ejemplo, mejorar la circulación, favorecer los procesos de desinflamación, ayudar al bienestar emocional, etc. Y al margen de lo que la ciencia nos diga, creemos que para mucha gente, tal vez para la mayoría, el momento del día que se dedica a este aseo personal es visto de forma agradable.
En oposición a ese grupo, existe una parte de la población que realmente rechaza bañarse. Se sabe que en niños y adolescentes esta inclinación es más probable, mas no queda reservada a esos grupos de edad.
Expertos en psicología han estudiado está situación, al grado de tener un nombre para un problema que es más común de lo que posiblemente te imaginabas. Según especialistas, esto entra al sector de las fobias, y se le denomina “ablutofobia”.
Ablutofobia
Visto desde el ojo clínico, la fobia mencionada es irracional. El tema no queda ahí, debido a que todas las bondades que nos ofrece la ducha quedan vedadas para quien vive con esta condición, sin mencionar que se abre paso a enfermedades causadas por ausencia de higiene.
Como fobia, la ablutofobia es un trastorno de ansiedad que provoca un importante malestar en la persona. A fin de mitigar la incomodidad, el individuo opta por evitar bañarse. El asunto escala cuando empieza a afectar también la vida social de quien padece esto.
De acuerdo con Juan Armando Corbin, psicólogo de la Universidad de Buenos Aires (Argentina), el trastorno es más frecuente entre mujeres y niños. El experto añade que a esto se le categoriza como fobia cuando lleva más de seis meses aquejando al sujeto.
Causas y recomendaciones
Respecto a las causas, no hay definida una cosntante, pero por la naturaleza psicológica del tema se considera que muchos casos empiezan luego de un evento traumatizante.
En caso de conocer a alguien con este condición, la recomendación es ayudar a esa persona a dejar la vergüenza que podría estar impidiendo asistir a apoyo profesional. Esto es tratado por psicólogos que, en su mayoría, trabajan desde un enfoque cognitivo conductual.