El sexo no es solo una expresión de intimidad, sino que juega un papel clave en el bienestar general de las personas. Desde la liberación de hormonas que nos hacen sentir bien hasta la mejora de la salud física, las relaciones sexuales regulares están ligadas a una serie de beneficios. Sin embargo, cuando se interrumpe esa actividad, pueden surgir diversas consecuencias, tanto físicas como emocionales. ¿Qué sucede realmente en el cuerpo cuando se deja de tener sexo? Aquí te explicamos, basados en estudios científicos, los cambios que podrías experimentar.
Las cosas que ocurren en tu cuerpo cuando dejas de tener sexo de repente, según la ciencia
1. Estrés y mal humor
El sexo es una poderosa herramienta para reducir el estrés. Durante las relaciones sexuales, el cuerpo libera oxitocina, también conocida como la “hormona del amor”, y endorfinas, que contribuyen a una sensación de bienestar. Al dejar de tener sexo, la ausencia de estas hormonas puede generar un aumento en los niveles de cortisol, la “hormona del estrés”, lo que lleva a sentirse más irritable y de mal humor.
2. Impacto en la salud cognitiva
Un estudio de la Universidad de Maryland reveló que la actividad sexual regular no solo promueve la creación de nuevas neuronas, sino que también mejora la función cognitiva. Esto significa que el sexo puede contribuir a un cerebro más saludable y funcional. Al dejar de tener relaciones sexuales, podrías notar una disminución en la claridad mental y en tu capacidad para pensar con agudeza.
3. Mayor riesgo de resfriados
Sorprendentemente, el sistema inmunológico también se ve afectado por la falta de sexo. Un estudio realizado en Estados Unidos encontró que las personas que mantienen relaciones sexuales una o dos veces por semana tienen niveles más altos de inmunoglobulina, un anticuerpo crucial para defender al cuerpo de infecciones. Así que, si has notado que te resfrías con más frecuencia, la falta de sexo podría ser una de las razones.
4. Problemas para dormir
El sexo no solo mejora el estado de ánimo, también ayuda a conciliar mejor el sueño. Las hormonas que se liberan durante el acto sexual, como las endorfinas y la oxitocina, reducen los niveles de cortisol, promoviendo un sueño más profundo y reparador. Dejar de tener sexo puede afectar tu capacidad para relajarte, lo que te llevará a tener dificultades para dormir.
5. Baja autoestima y tristeza
La falta de relaciones sexuales puede impactar en la autoestima. El sexo fomenta la conexión íntima y emocional, lo que puede aumentar la confianza en uno mismo. Al dejar de tenerlo, podrías sentirte más inseguro y con una percepción negativa de ti mismo. Estudios han demostrado que una vida sexual saludable está asociada a niveles más altos de felicidad y satisfacción personal.
6. Debilitamiento del suelo pélvico
En las mujeres, la falta de sexo puede tener efectos físicos directos. El orgasmo implica la contracción del suelo pélvico, lo que ayuda a fortalecer estos músculos. Un suelo pélvico fuerte no solo mejora la función de la vejiga, evitando problemas de incontinencia, sino que también intensifica el placer sexual. La falta de actividad sexual puede debilitar estos músculos, lo que podría dificultar futuros orgasmos y afectar la salud de los órganos sexuales.
7. Pérdida de tono muscular
El sexo, además de ser placentero, es una actividad física que puede quemar hasta 200 calorías en 30 minutos. Según la American Heart Association, el acto sexual es comparable a realizar ejercicios moderados, como caminar rápido o subir escaleras. Además, las contracciones musculares que se producen durante el sexo tonifican los músculos abdominales y pélvicos. Por lo tanto, dejar de tener relaciones sexuales puede contribuir a una pérdida de tono muscular y, potencialmente, a un aumento de peso.
8. Aumento del riesgo de cáncer de próstata
En el caso de los hombres, dejar de tener sexo también puede tener implicaciones en su salud a largo plazo. Un estudio publicado en 2016 sugirió que los hombres que eyaculaban al menos 21 veces al mes tenían un riesgo significativamente menor de desarrollar cáncer de próstata en comparación con aquellos que lo hacían menos de siete veces al mes. La eyaculación regular puede ayudar a limpiar la próstata y reducir el riesgo de acumulación de células cancerosas.
9. Menor capacidad intelectual
Además de los beneficios emocionales y físicos, el sexo también influye en la función cerebral. Un estudio realizado en 2018 demostró que las personas mayores de 50 años que tenían relaciones sexuales con frecuencia mostraban un mejor desempeño en pruebas de memoria. La conexión entre la actividad sexual y la memoria podría estar relacionada con la liberación de hormonas que estimulan el crecimiento de nuevas neuronas.
10. Mayor riesgo de separación o divorcio
En las relaciones de pareja, el sexo juega un papel crucial en la conexión emocional y el afecto mutuo. Diversos estudios han demostrado que las parejas que tienen relaciones sexuales regularmente reportan mayores niveles de satisfacción en su relación. Dejar de tener sexo, por otro lado, puede aumentar el riesgo de desconexión emocional, lo que, a largo plazo, puede llevar a problemas graves en la relación e incluso al divorcio.
11. Menos felicidad en general
Finalmente, el impacto emocional de la falta de sexo no debe subestimarse. Según un estudio realizado en China, las personas que tienen una vida sexual activa reportan niveles más altos de felicidad y satisfacción general. El sexo no solo refuerza la conexión entre las parejas, sino que también promueve la liberación de hormonas que contribuyen a la felicidad y al bienestar general.
Como hemos visto, el sexo no solo es placentero, sino que también tiene un impacto significativo en la salud física, emocional y mental. Desde un mejor funcionamiento del sistema inmunológico hasta una mayor claridad mental, mantener una vida sexual activa puede mejorar diversos aspectos de tu vida. Si has notado algunos de estos efectos al dejar de tener sexo, tal vez sea momento de reconsiderar la importancia que esta actividad tiene en tu bienestar general.