En la búsqueda constante de actividades físicas que no solo mantengan el peso bajo control, sino que también mejoren la salud física y mental, surge una práctica que ha ganado popularidad desde los años 90: la marcha nórdica. Este ejercicio, recomendado por los expertos, es una excelente opción para personas de todas las edades, ofreciendo una serie de beneficios que van más allá del simple hecho de caminar.
¿Qué es la marcha nórdica?
La marcha nórdica es una modalidad de ejercicio que se originó en Finlandia en la década de 1930. Consiste en caminar a un ritmo constante utilizando bastones largos que acompañan el movimiento de los brazos, similar a la técnica del esquí de fondo. Esta actividad se popularizó en los años 90 y ha sido especialmente adoptada por personas mayores de 60 años debido a sus beneficios específicos.
Beneficios para la salud
Uno de los principales atractivos de la marcha nórdica es su impacto positivo en la salud del corazón y los pulmones. Estudios respaldados por la Revista Canadiense de Cardiología han demostrado que esta práctica mejora significativamente la capacidad pulmonar y la función cardiovascular. La inclusión de los bastones en la caminata no solo incrementa el esfuerzo físico sino que también distribuye mejor el peso, reduciendo el impacto en las articulaciones y mejorando la postura corporal.
Ideal para personas con problemas de movilidad
Los bastones utilizados en la marcha nórdica proporcionan un apoyo extra, lo que es particularmente beneficioso para personas con problemas en la columna vertebral, las articulaciones o la zona lumbar. Según los expertos, este apoyo extra facilita el movimiento y reduce el riesgo de lesiones, haciendo de la marcha nórdica una opción segura para aquellos con limitaciones físicas.
Mejora del estado físico y mental
Además de los beneficios físicos, la marcha nórdica también tiene un impacto positivo en la salud mental. Este ejercicio es ideal para reducir el estrés y la ansiedad, gracias a la combinación del ejercicio al aire libre y la liberación de endorfinas que se produce durante la actividad. También contribuye al fortalecimiento de la masa muscular, la quema de calorías y el refuerzo de las articulaciones, mejorando problemas en rodillas, caderas y tobillos.
Actividad para todas las edades
Una de las ventajas más destacadas de la marcha nórdica es que puede ser practicada por personas de cualquier edad. Tanto jóvenes como mayores pueden beneficiarse de esta actividad, adaptando el ritmo y la intensidad a sus capacidades individuales. Esto la convierte en una opción inclusiva y accesible, ideal para practicar en grupo o en solitario.
La marcha nórdica no solo es beneficiosa para la salud, sino que también es una actividad divertida que puede realizarse en diferentes entornos naturales. Participar en grupos de marcha nórdica puede fomentar la socialización y crear una comunidad activa y saludable. Además, caminar al aire libre permite disfrutar del paisaje y del entorno, lo que añade un componente de disfrute personal al ejercicio.
Cómo empezar con la marcha nórdica
Para aquellos interesados en iniciar con la marcha nórdica, es recomendable comenzar con sesiones cortas y de intensidad moderada, incrementando gradualmente la duración y el ritmo. Es importante utilizar bastones adecuados, que se ajusten a la altura de cada persona para asegurar una técnica correcta y evitar posibles lesiones.