La cruda moral, también conocida como “cruda emocional” o “resaca moral”, es un fenómeno común que muchas personas experimentan después de una noche de excesos o comportamientos poco éticos relacionados con el consumo de alcohol.
No tener memoria o recordar solo partes de cómo actuaste o qué dijiste puede producir ansiedad y sentimientos de inseguridad o vergüenza.
Esta sensación de malestar emocional y remordimiento puede llevar a reflexiones negativas sobre las acciones tomadas durante la borrachera. La psicóloga Sally Baker describe a esta culpa como resultado de la desconección con la realidad que tienes al tomar.
¿Qué hay detrás de la cruda moral?
No necesitas haber hecho algo mal para sentir cruda moral. El psicólogo Richard Stephens, en su libro “Oveja negra: Los beneficios ocultos de ser malo”, asegura que si no tienes una razón específica para sentir remordimiento, la cruda emocional puede darse por “defraudarte a ti mismo”.Es decir, saber que voluntariamente cruzaste una línea. Ya sea por haber tomado demasiado o reprocharte no haberte cuidado mejor.
El alcohol disminuye nuestras inhibiciones y puede alterar nuestro juicio y toma de decisiones. Durante una borrachera, es más probable que nos comportemos de formas que normalmente no haríamos. Una vez que sobrio, es posible que nos demos cuenta de que nuestras acciones no estuvieron alineadas con nuestros valores o principios morales, lo que puede desencadenar sentimientos de remordimiento.
La pérdida de control sobre nuestras acciones y palabras mientras estamos borrachos puede generar arrepentimiento. Es posible que hayamos dicho cosas hirientes, cometido actos irresponsables o dañado relaciones personales, lo que contribuye a la cruda moral. La sensación de no ser capaces de recordar completamente lo que sucedió durante la borrachera puede aumentar la ansiedad y la culpa.
Discrepancia entre nuestro comportamiento y nuestras creencias.
La cruda moral puede surgir cuando nuestras acciones bajo los efectos del alcohol entran en conflicto con nuestros valores personales. Si creemos firmemente en la honestidad, la integridad o el respeto hacia los demás, pero actuamos de manera contraria mientras estamos borrachos, es probable que experimentemos una fuerte disonancia emocional al recuperar la sobriedad.
La sociedad establece normas y expectativas de comportamiento, y cuando nos alejamos de ellas durante una borrachera, podemos experimentar una cruda moral como resultado. Sentimos presión para cumplir con ciertos estándares morales y cuando nuestras acciones bajo la influencia del alcohol no se ajustan a esas expectativas, podemos sentirnos avergonzados o culpables.
Es importante destacar que la cruda moral puede ser una señal de nuestra conciencia moral en acción. Aunque puede ser incómoda, también puede servir como una oportunidad para reflexionar, aprender y crecer. Reconocer los errores, disculparse cuando sea necesario y tratar de enmendar cualquier daño causado pueden ayudar a aliviar los sentimientos de remordimiento.
Es fundamental recordar que todos somos humanos y que cometer errores es parte de la experiencia humana. Aprender de las experiencias pasadas nos ayuda a ser más conscientes y tomar decisiones más alineadas con nuestros valores en el futuro.
En última instancia, la cruda moral nos recuerda la importancia de actuar con responsabilidad y consideración hacia nosotros mismos y hacia los demás, incluso en situaciones donde el alcohol esté presente. La moderación en el consumo de alcohol y el autocuidado emocional pueden ayudar a prevenir la cruda moral y promover un mayor bienestar emocional en general.