El refresco y la cerveza son dos de las bebidas más queridas en México. No faltan en las mesas durante las celebraciones, desde las fiestas patrias hasta las reuniones familiares. Sin embargo, si eres un amante de ambas bebidas, tal vez te has preguntado: ¿cuál de ellas tiene más azúcar? Para responder a esta pregunta, es importante entender las diferencias en la composición de estas bebidas y cómo afectan nuestra salud. Vamos a desglosarlo.
¿Cerveza o refresco? Comparando su contenido de azúcar
La cerveza es la bebida alcohólica más consumida en México, con una gran mayoría de personas que la prefieren sobre otros licores, según la Encuesta Mitofsky 2023. Pero, ¿qué tipo de azúcar contiene?
La cerveza no tiene azúcares añadidos, a diferencia de los refrescos. En su lugar, contiene azúcares naturales derivados de los cereales utilizados en su producción, como la cebada, el trigo, el maíz o el arroz. Estos cereales liberan glucosa y maltosa durante el proceso de elaboración, dos tipos de azúcar que son esenciales para la fermentación.
De hecho, estos azúcares naturales son fundamentales para que las levaduras fermenten el mosto de cerveza, convirtiendo esos azúcares en alcohol y dióxido de carbono, creando así esa espuma y burbujeo característicos.
El refresco: Una bomba de azúcar añadido
Por otro lado, los refrescos están repletos de azúcares añadidos, edulcorantes artificiales, y, en muchos casos, jarabe de maíz de alta fructosa, lo que contribuye significativamente a su sabor dulce y a su alta carga calórica. Una lata típica de refresco puede contener hasta 10 gramos de azúcar por cada 100 mililitros, lo que la convierte en una fuente considerable de azúcares añadidos.
En comparación, la cerveza tiene alrededor de 4 gramos de azúcar natural por cada 100 mililitros, menos de la mitad de lo que contiene el refresco. Esto significa que, aunque la cerveza no es completamente libre de azúcar, la cantidad es significativamente menor que la de un refresco.
¿Qué implica esto para tu aalud?
En términos de consumo calórico, tanto la cerveza como el refresco pueden ser problemáticos si se consumen en exceso. Una lata de cerveza de 355 ml aporta aproximadamente 153 calorías, mientras que un vaso de refresco puede variar entre 125 a 180 calorías, dependiendo de la cantidad de azúcar y el tipo de edulcorante utilizado.
Además, los expertos advierten sobre los riesgos del consumo excesivo de cerveza y otras bebidas alcohólicas, como el desarrollo de enfermedades hepáticas, cardiovasculares y el potencial riesgo de adicción. Por otra parte, los refrescos, debido a su alta cantidad de azúcares añadidos, pueden contribuir al desarrollo de enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2, la obesidad y problemas dentales.
Cerveza con moderación: Beneficios potenciales
Si bien un consumo excesivo de cerveza tiene sus riesgos, algunas investigaciones sugieren que un consumo moderado podría tener ciertos beneficios para la salud. La cerveza contiene antioxidantes, vitaminas del grupo B, y minerales como el silicio, que puede ayudar a fortalecer los huesos. Además, en cantidades moderadas, la cerveza puede contribuir a regular el azúcar en la sangre y mejorar la salud de la piel y el cabello.
Sin embargo, estos posibles beneficios solo se aplican cuando se consume con moderación. Los beneficios potenciales se pierden si se supera el límite de una o dos bebidas al día, como lo recomiendan muchos expertos en salud.
¿Qué bebida deberías elegir?
La respuesta a esta pregunta depende de tus objetivos de salud y tus preferencias personales. Si tu prioridad es reducir la ingesta de azúcar, la cerveza puede ser una opción más adecuada que el refresco, ya que contiene menos azúcares añadidos y su contenido calórico es comparable al de los refrescos. Sin embargo, es importante recordar que ambos pueden contribuir al aumento de peso y otros problemas de salud si se consumen en exceso.
Optar por opciones más saludables, como agua, agua mineral, té sin azúcar, o incluso jugos naturales en moderación, puede ser la mejor estrategia para mantener una dieta equilibrada y evitar los riesgos asociados al consumo elevado de azúcar.
En definitiva, ni el refresco ni la cerveza son las opciones más saludables si se consumen en exceso. Cada uno tiene sus ventajas y desventajas, y ambos deben ser disfrutados con moderación. Durante las festividades y celebraciones, es comprensible querer disfrutar de una bebida refrescante. Sin embargo, ser consciente de las cantidades de azúcar y las calorías que estas bebidas contienen es crucial para tomar decisiones informadas sobre su consumo.
Recuerda que disfrutar de una bebida no tiene que estar reñido con cuidar tu salud. Siempre es posible optar por alternativas menos azucaradas o reducir la cantidad consumida, permitiéndote celebrar sin comprometer tu bienestar.
El balance es la clave
Ya sea que prefieras una cerveza fría para acompañar un pozole o un refresco burbujeante para completar tus quesadillas, lo importante es disfrutar con moderación. La cerveza contiene menos azúcar que el refresco, pero no por eso debe consumirse en exceso. Escoger bebidas naturales y limitar el consumo de productos procesados es una estrategia inteligente para mantener un estilo de vida saludable y equilibrado.
Así que, la próxima vez que tengas que decidir entre una cerveza o un refresco, ya sabes cuál es la opción con menos azúcar. Pero recuerda, la clave siempre está en la moderación.